Para ser feliz retire su número aqui y espere ser atendido.

En un intento de huida de mi propia realidad, me detengo un segundo a verme como si una cámara de seguridad me filmara. Estoy ahí desplomada en la silla, mi cuerpo a penas se mueve, signo de que aún respiro. Tengo la cabeza apoyada sobre las manos mi cuello ya no puede sostenerla. Parezco estar esperando algo tal vez, alguna señal. Pero la procesión va por dentro y la cámara no lo capta.
De un momento a otro cambio, ya no estoy triste, estoy enojada… con el mundo… con el sistema. Debería estar estudiando, pienso, pero ya no tengo ganas, las últimas fueron usurpadas y violentadas por el mundo en el que vivo todos los días. Ese mundo mezcla de amores inexactos, de valores diluidos, de sonrisas duras como piedra y sonrisas volátiles como un papel de fumar. Todos formamos parte del sistema, hay un casillero para cada uno de nosotros siempre y cuando tengamos ganas de jugar sobre este tablero. Hay otros tableros pero el miedo también es peón en ellos y no hay partida donde no te busque de frente, sin ningún pudor, para hacerte repensar cada paso que das. Mientras tanto seguimos en este tablero, cuyas absurdas reglas suenan al compás de las irregularidades. Miras hacia arriba y el Estado parece firme, inmutable, imponente… o impotente (me gustan las dos), somos todos “ciudadanos”, “hijos de Dios” (tal vez creería más en ellos si no salieran en las noticias por no poder guardar el miembro dentro del pantalón cuando se les cruza un niño). Somos los que compran comida chatarra y votan para ver cual de los descerebrados que aparecen en los programas de televisión se quedara para deleitarnos con sus desenfrenados muestrarios de cultura y sapiencia. Y si no tenés tales medidas estas “out”. Si escuchas buena música sos un aburrido. Por amor a Dios habla con propiedad y usando estos nuevos y breves términos en ingles que están tan “in”. Decí “sorbete” a ver si alguien se asusta si te escucha decir pajita (creerán que se trata de una pequeña masturbación, que problema con eso).
Estamos todos en la fila de la vida, adelante y atrás nuestro encontraremos alguien con quien charlar para hacer amena la espera, seguramente cuando prestes atención hacia adelante te parezca que esa no es la misma persona que estaba antes. Dos opciones, o el de adelante desistió o se te coló alguno, no importa si buscas testigos nadie va a darse por enterado. Te vas a sentir feliz cada vez que la fila avance un paso y ni te digo cuando llegues a ventanilla para escuchar: “Te equivocaste de fila flaca, es la otra”…