Que cosa che! Cuando creo que hay un espacio en blanco, un dejo de neutralidad en mis días, que mi cabeza deja de maquinar cosas (no siempre útiles) se me da por leer uno de los post de Capi (ahora te digo así porque me gusta más!) sobre la importancia de pedir disculpas y no puedo evitar que se me escape una lágrima. En unos minutos repase en la cabeza algunos momentos, algunas personitas que pasaron por mi vida (véase que ya volví a maquinar) y sigo sin poder evitar llorar un poco. "Mucha cosita junta", esa es la sensación. No hace falta que me remonte a hace 15 años para pensar en la gente a la que alguna vez le quede debiendo alguna disculpa, sin ir mas lejos por ahí hay pequeñas cosas, pequeñas actitudes que devienen en el dolor o la angustia de alguien, y que también merecen un -"perdoname" y mas importante aun con la gente que convivimos día a día, a quienes porque por ahí tenemos demasiado cerca, o porque le vemos la cara todos los días, porque nos quieren... porque simplemente son mi familia o amigos que siempre me van a perdonar aunque yo no de el brazo a torcer y diga "sí me equivoque y te hice mal!"... en fin suposiciones que uno internaliza por alguna razón. Pero justamente a todas esas personas que componen nuestra gran familia, no solo por sangre sino también por corazón, todos los que nos bancan día a día, que nos preguntan como estamos porque realmente lo sienten y no por mera formalidad, los que nos abrazan porque nos quieren... y los que nos dan un abrazo porque nos conocen y saben que necesitamos uno... los que nos recuerdan que nos adoran (cada uno a su manera) los que nos ayudan a ver nuestros errores y los que nos aman por ser quienes somos. Para todos ellos la mayor consideración, mis mas sinceras disculpas, sobre todo ahora que han pasado tiempos difíciles, que el huracán arrasó y todo es calma, es el momento de reacomodar y la verdad que pedir perdón es un muy buen primer paso. No tengo mi lista armada de cosas por hacer para llegar al gran objetivo, pero la vamos a ir armando al paso. Ahora que puedo mirar todo con un poco mas de objetividad y dotada de esa paz interior que dejan las grandes tormentas veo el camino con algo de nitidez y tal vez ya es hora de ponerse en marcha. A poner en practica esto de las disculpas porque es verdad que es un acto liberador. Hay que abrir el corazon.
Que nos contagie a todos esta búsqueda de armonía!
1 comentario:
Muy cierto esto mi luciernaga habra que ponerse las pilas y bajar la cabeza cuando haga falta. Estoy esperando a ver que se viene para el proximo debate por tu nik me imagino que algo del amor. Besos desde el otro lado del oceano te quiero luz!
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